El problema de matemáticas que ni siquiera la policía sabe resolver
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Thu,
23/02/2017 - 13:51
Como todos esos crímenes
que traen a las autoridades de cabeza durante años, parece muy sencillo en un
primer vistazo, pero oculta en su interior un detalle en el que quizá mucha
gente no haya reparado y que cambia por completo el caso.
La tarde parecía tranquila
para los agentes del Departamento de Policía de Marion, en Ohio, cuando de
buenas a primeras se toparon con uno de los casos más difíciles de sus
carreras. Como todos esos crímenes que traen a las autoridades de cabeza
durante años, parece muy sencillo en un primer vistazo, pero oculta en su
interior un detalle en el que quizá mucha gente no haya reparado y que cambia
por completo el caso.
Eran las 16:28 de la tarde
cuando el teniente B.J. Gruber abrió la cuenta de Facebook de la comisaría y se
encontró con un intrigante mensaje, como han explicado medios de todo el mundo:
una niña les había escrito diciéndoles que necesitaba “un poco de ayuda con los
deberes”. Aunque la pequeña de 10 años, llamada Lena Draper, ya había recibido
el mensaje automático de la comisaría –en el que se recuerda que si se trata de
una emergencia pueden llamar al 911 y si no lo es, pronto les responderán–, el
simpático policía no tuvo problema en responder: “Vale, ¿con qué?”
El problema, que la niña no
entendía, era el siguiente:
(8+29)x15
Gruber, muy seguro de sí
mismo, le ofreció una buena explicación: debía hacer primero la operación que
aparece entre paréntesis y, más tarde, multiplicar el resultado por quince. Así
que, en principio, la operación podría acortarse como 37 x 15, ya que 37 es el
resultado de sumar 8 y 29. Por lo tanto, el resultado final es 555.
Hasta aquí, todo perfecto.
La ley y el orden se han vuelto a imponer.
Una pregunta
con truco
Sin embargo, la niña
planteó otra pregunta un poco más difícil. ¿En qué orden debería hacer la
siguiente operación, teniendo en cuenta que los paréntesis siempre van primero?
(90+27)+(29+15)x2
Un poco más complicado,
¿verdad? Ello tampoco supuso un escollo para el agente Gruber, que le dio la
siguiente explicación a la niña: “Debes tomar el resultado del primer
paréntesis y sumarlo al resultado del segundo paréntesis, y multiplicarlo por
dos”.
Vamos paso por paso. Si es
así, el siguiente paso habría sido (117+44)x2; una vez realizada la suma, esto
se quedaría en 161x2. Basta con hacer la multiplicación para obtener 322.
Sin embargo, como pronto se
daría cuenta la pequeña Lena (y su madre, Molly, que es la que ha descubierto
todo el pastel catapultando a la simpática de su hija a la fama mundial), había
un problema con el consejo proporcionado por el agente. El resultado estaba
mal. La policía se había equivocado. El orden social se derrumba.
¿Por qué? Refresque lo que
le enseñaron en el colegio e intente averiguar dónde se encuentra el error.
Mientras medita sobre ello, puede recrearse ante la visión de esta instantánea
de Arnold Schwarzenegger en 'Poli de guardería', un clásico de sobremesa de
Ivan Reitman.
¿Ha llegado ya a la
conclusión? Es probable que sí. Si su respuesta es que el error se encuentra en
que hay que resolver antes la multiplicación que la suma, ha acertado. En otras
palabras, habría que coger el resultado del segundo paréntesis (29+15=44) y
multiplicarlo por dos (44x2=88) y sumar esa cifra al resultado del primer
paréntesis (117+88). Por lo tanto, la respuesta correcta es 205.
Aunque parezca una duda
banal, la historia refleja bien que este es uno de los puntos que solemos pasar
por alto después de salir del colegio, ya que es muy poco intuitivo. Si hacemos
memoria, recordaremos que un día nos enseñaron algo llamado jerarquía de las
operaciones.
Esta indica el siguiente orden:
1º Operaciones entre paréntesis, corchetes o llaves
2º Potencias y raíces
3º Productos y cocientes
4º Sumas y restas
1º Operaciones entre paréntesis, corchetes o llaves
2º Potencias y raíces
3º Productos y cocientes
4º Sumas y restas
Se puede decir que el
enunciado del profesor de la niña tenía cierta trampa, probablemente con el
objetivo de hacer pensar a los alumnos sobre la prioridad de las operaciones.
Para que el teniente Gruber hubiese tenido razón, la operación debería haberse
planteado de la siguiente manera:
[(90+27)+(29+15)]x2
Tan solo en este caso se
habría resuelto primero los paréntesis, más tarde el corchete, y el resultado
se habría multiplicado por dos. En resumidas cuentas, el error de Gruber fue
afirmar que los paréntesis van primero… sin recordar que el producto se
resuelve antes que la suma o la resta.
Más allá del error hay otro
matiz que puede haber influido en el resultado y que en 'Gaussianos' llaman
síndrome del paréntesis invisible, relacionado con el funcionamiento de las
calculadoras, como se puede ver en la siguiente imagen viral, sacada de 'Demotivation.us':
¿Por qué se equivoca la
calculadora, ya que el resultado correcto es 9, y no 1? Porque está mal
programada, ya que lo que nos han enseñado en el colegio es que no poner nada
es lo mismo que multiplicar. Sin embargo, algunos modelos, como el utilizado
por el autor, interpretan que hay un paréntesis allí donde no lo hay (antes del
primer 2). ¿La moraleja de todo esto? Que debemos esforzarnos por escribir
correctamente las operaciones matemáticas, que para eso son un lenguaje
universal, pues de lo contrario nos equivocaremos o confundiremos a los demás.
Especialmente cuando el colegio nos pilla muy lejos y hemos olvidado esos
pequeños pero decisivos trucos.
Fuente: El COnfidencial
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