viernes, 27 de julio de 2012
La cotorra criolla. Perucho Conde
LA COTORRA CRIOLLA.
Que fú, que fú |
que yo no sea musiú |
Me gusta la cotorra y aquí estoy pues, |
con mi cotorra criolla que no habla inglés. |
Vivo en Caricuao trabajo en El Marqués, |
y llevo leña en esta vida, al derecho y al revés, |
le debo al Italiano, al Portugués |
al Turco, al Zapatero y a Doña Inés |
y del apartamento en la UD3 |
me botan pa´la calle si no pago en este mes |
Como la ves, como la ves! |
Tengo que levantarme de madrugada |
y meterme en esa cola requetecondenada |
veo a toda la gente enfurruñada |
con sueño todavía y mal desayunada |
como mi jefe no come nada |
si le llego tarde me descuenta una tajada |
maldito viejo cara arrugada |
con ojos de cangrejo y la panza hinchada |
Y eso no es nada, y eso no es nada! |
Los cuatro reales que uno se gana |
me los pagan hoy y no llegan a mañana |
me provoca tirarme por la ventana |
cuando veo que todo sube como le da la gana |
mi mujercita tanto que se afana |
pa' montar la olla o la palangana |
saltando en los mercados igualito que una rana |
buscando un kilo e' carne |
aunque sea de iguana |
Te lo juro pana, te lo juro pana! |
Dígame al precio que está el café |
la leche, las caraotas y el papel tualé |
tomate, papa y queso baratos se ven |
solo en la cuñas de la TV |
si son las frutas dígame Ud. |
quedaron pa' los ricos y familias de caché |
esta gente que quiere yo no sé |
será que nos acostumbremos |
por ahora a no comé |
Si como nié, si como nié! |
Subieron las arepas, subieron los cigarros, |
subieron los pasajes de autobuses y de carros; |
el cinturón yo me lo amarro |
y no he caído, porque me agarro |
ya casi no me baño, porque el agua es puro barro |
y subí de peso con tanto sarro |
no puedo ni afeitarme no hay agua en el tarro |
y el Inos no sabe ni adonde queda el barrio |
Pásame un jarro, pásame un jarro! |
Aumentan los salarios pero sube la comía |
subieron la tarifa en la barbería |
y si la ropa mando pa' la tintorería |
me quedo sin almuerzo por lo menos siete días |
tampoco pido nada en la pulpería |
porque el muérgano pulpero ya no me fía |
no puedo con los precios de la zapatería |
y las fulanas alpargatas son más caras todavía |
Que agua tan fría, que agua tan fría! |
En cuanto a casa y a apartamentos |
quisiera consolarme con uno de mis cuentos |
pero, qué va, no puedo, mucho lo siento, |
porque todos han subido hasta el firmamento, |
lo mismo que comprado o arrendamiento |
o lo que por ellos piden quita el aliento, |
cuando hasta un rancho que se lo lleva el viento |
cuesta un ojo de la cara más el 10%, |
¡por el momento! ¡por el momento! |
Si acaso me enfermo, destino fatal, |
o la clínica me arruina o me mata el hospital, |
cucharadas y pastillas cuestan tanto rial que |
hay más plata en la farmacia que en el banco nacional. |
Si por desgracia los doctores no pueden con mi mal |
tengo que sacar más plata pa'l funeral, |
porque la agencia más humilde, urna sin cristal, |
por llevarme al cementerio me quita un dineral, |
¡y me muero igual! ¡y me muero igual! |
Cuanto cuesta un muchacho me han preguntado |
de familia larga o planificado |
pa´tenerlo bien comido vestido y educado |
hay padres que hasta el alma la han empeñado |
desde el primer tetero que el chiquito se ha tragado |
hasta verlo salir de cualquier cosa graduado |
son montones de billete que en eso se ha gastado |
y el que no ha tenido plata pa' burro se ha quedado |
Chamo tarado, chamo tarado |
A donde llegará, Señor, esta cuestión |
que me atormenta sin exageración |
yo le prendería una vela a San Espiridón |
pero las velas han subido como un avión |
yo quiero que se arregle mi mala situación |
pero el que arregla esto creo que está de vacación |
o se le está olvidando todo el montón |
de castillos y promesas de antes de la votación |
Que vacilón, que vacilón! |
Que vacilón, que vacilón! |
Ja ja ja... 'no es tan seria!!! |
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ago-2012 | |||||||
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El último Batman
El último Batman
GABRIEL VARGAS-ZAPATA | EL UNIVERSAL
viernes
27 de julio de 2012 03:27 PM
Nolan cierra su
trilogía de Batman con la misma maestría con la que la empezó, solo que con más
presupuesto y libertad creativa. Y claro, todas esas situaciones de conflictos
gestadas en Batman begins y en The dark knight, son llevadas ahora al límite, al caos
absoluto, al desastre ideal, la perfección de lo caótico tallada con delicadeza
y una belleza fotográfica que no hace más que enaltecer los orígenes gráficos
del superhéroe de Ciudad Gótica. La luz se vuelve tinta y la acción drama; ese
drama es una línea argumental que blinda a los personajes y les garantiza un
desarrollo psicológico que les hace extrapolarse de la historia, proponiéndose
como auténticos iconos de la nueva cultura pop y cinematográfica.
Ya no merece la pena hablar de cómo Nolan desechó la ciencia ficción desde un primer momento y condujo el universo Batman hacia un plano dramático, oscuro y psicológico. Así se entiende al Bruce Wayne reflexivo, esquivo y desquebrajado de ahora, que renacerá de entre un alma y un pensamiento renovados. El caballero de la noche: La leyenda renace, es sencillamente el final perfecto de una saga perfecta, muy distante del estilo pseudosinfantil de la saga anterior, más cercano a un realismo frío y descarnado.
Nolan peca al igual que Burton al dar más valor a los villanos que al mismo Batman; lo vimos en The dark knight con El Guasón y se repite con todavía más agudeza en este Batman 3 con Bane y Gatubela. Lo que ocurre es que están mucho mejor argumentados, los villanos no se plantean como seres extraordinarios con facultades especiales, en torno a ellos hay una justificación humana. Así, al final se redimen para disiparse entre una mezcla extraña de lastima y afecto. Anne Hathaway construye a una Gatubela discreta, que orbita alrededor de Ciudad Gótica, que se implica solo lo necesario, pero con una intensidad penetrante y absorbente, un agujero negro fatal y encantador. Bane es simplemente el terror en persona.
En El caballero de la noche: La leyenda renace se funden el drama, el romance, la acción; sin que nada sea más importante y especial que los personajes y sus diálogos. Memorables y profundos son los de Michael Caine como un Alfred implicadísimo y emotivo; y otros bastante destacables provienen de Batman, Gordon o el mismo Bane.
La exaltación de lo técnico es otra cualidad imprescindible del filme, no solo por los efectos especiales, hay también un increíble trabajo de sonido, montaje, música y fotografía. Resulta que todo está en armonía y convergen para que la cinta sea una producción integral, que da espectáculo sí, pero que al mismo tiempo está respaldada por un gran guión. Wally Pfister es el artífice de una fotografía oscura pero también legible, de espectaculares paneos panorámicos y de escenas casi imposibles, repleta de detalles, y que alcanza la belleza gracias a su mezcla de tizne y elegancia.
Nolan acorrala a sus personajes hacia un final impecable e incondicional, pero también abierto. Su final en realidad es el final de un hombre que logra superar sus miedos para poder avanzar en la vida e intentar un poco de paz y felicidad, no es el final de una ciudad corrupta ni de sus malhechores (al fin y al cabo solo logra salvarse de Ra's Al Ghul). Para el magnate Bruce Wayne, Ciudad Gótica ha sido durante todo este tiempo, un ejercicio de autosanación, Batman su alter ego.
La trilogía es una representación metafórica del mundo incontrolable que habitamos, de un lado están los que dominan y del otro los dominados, en el medio solo un pequeño espacio para los radicales que desean purificarlo todo y en el camino pecan de terroristas, asesinos y ladrones, y los que sencillamente se niegan a aceptar un mundo como este, entre ellos, algunos optan por aportar su granito de arena en aras de un mundo más justo, otros en cambio entregan su vida a ello. Como Batman.
@gvargaszapata
gvargaszapata@hotmail.com
gvargaszapata.blogspot.com
Ya no merece la pena hablar de cómo Nolan desechó la ciencia ficción desde un primer momento y condujo el universo Batman hacia un plano dramático, oscuro y psicológico. Así se entiende al Bruce Wayne reflexivo, esquivo y desquebrajado de ahora, que renacerá de entre un alma y un pensamiento renovados. El caballero de la noche: La leyenda renace, es sencillamente el final perfecto de una saga perfecta, muy distante del estilo pseudosinfantil de la saga anterior, más cercano a un realismo frío y descarnado.
Nolan peca al igual que Burton al dar más valor a los villanos que al mismo Batman; lo vimos en The dark knight con El Guasón y se repite con todavía más agudeza en este Batman 3 con Bane y Gatubela. Lo que ocurre es que están mucho mejor argumentados, los villanos no se plantean como seres extraordinarios con facultades especiales, en torno a ellos hay una justificación humana. Así, al final se redimen para disiparse entre una mezcla extraña de lastima y afecto. Anne Hathaway construye a una Gatubela discreta, que orbita alrededor de Ciudad Gótica, que se implica solo lo necesario, pero con una intensidad penetrante y absorbente, un agujero negro fatal y encantador. Bane es simplemente el terror en persona.
En El caballero de la noche: La leyenda renace se funden el drama, el romance, la acción; sin que nada sea más importante y especial que los personajes y sus diálogos. Memorables y profundos son los de Michael Caine como un Alfred implicadísimo y emotivo; y otros bastante destacables provienen de Batman, Gordon o el mismo Bane.
La exaltación de lo técnico es otra cualidad imprescindible del filme, no solo por los efectos especiales, hay también un increíble trabajo de sonido, montaje, música y fotografía. Resulta que todo está en armonía y convergen para que la cinta sea una producción integral, que da espectáculo sí, pero que al mismo tiempo está respaldada por un gran guión. Wally Pfister es el artífice de una fotografía oscura pero también legible, de espectaculares paneos panorámicos y de escenas casi imposibles, repleta de detalles, y que alcanza la belleza gracias a su mezcla de tizne y elegancia.
Nolan acorrala a sus personajes hacia un final impecable e incondicional, pero también abierto. Su final en realidad es el final de un hombre que logra superar sus miedos para poder avanzar en la vida e intentar un poco de paz y felicidad, no es el final de una ciudad corrupta ni de sus malhechores (al fin y al cabo solo logra salvarse de Ra's Al Ghul). Para el magnate Bruce Wayne, Ciudad Gótica ha sido durante todo este tiempo, un ejercicio de autosanación, Batman su alter ego.
La trilogía es una representación metafórica del mundo incontrolable que habitamos, de un lado están los que dominan y del otro los dominados, en el medio solo un pequeño espacio para los radicales que desean purificarlo todo y en el camino pecan de terroristas, asesinos y ladrones, y los que sencillamente se niegan a aceptar un mundo como este, entre ellos, algunos optan por aportar su granito de arena en aras de un mundo más justo, otros en cambio entregan su vida a ello. Como Batman.
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